Introducción
Definición
de sexo transaccional
El sexo transaccional (ST) se refiere al intercambio de un bien económico o
a proporcionar algún servicio, como hospedaje, transporte, protección o adquisición
de droga, a cambio de algún servicio sexual y puede existir en diversos
contextos socioculturales. Sin embargo, esta transacción puede tener diferente
sentido y significado en cada caso (1). Se ha reportado mayor asociación en el
género femenino, usuarios de drogas, individuos con antecedentes de abuso
infantil, individuos con problemas económicos, personas desempleadas y/o sin
hogar (2). A diferencia de la prostitución, en el sexo transaccional
generalmente no hay negociación previa del precio, y diversos servicios o
bienes, como transporte, hogar o drogas, pueden intercambiarse por sexo. En
cambio, la prostitución puede verse desde un enfoque más formal: individuos que
ofrecen activamente sus servicios sexuales en áreas públicas, con un precio previamente
establecido, y que comúnmente se llaman trabajadores sexuales (3).
Comportamiento
sexual: usuarios de drogas-sexo transaccional
Pocos estudios han relacionado
el comportamiento sexual con el uso de drogas y el sexo transaccional, así como
el riesgo para contraer diversas enfermedades de transmisión sexual. Los
usuarios de drogas son un grupo poblacional susceptible a tener sexo
transaccional. Hay una gran correlación reportada en diversos estudios entre el
consumo de heroína, crack-cocaína y otros estimulantes con el intercambio de
sexo por dinero o por las drogas (4, 5). La probabilidad de riesgo de adquirir
enfermedades en individuos que tienen sexo transaccional, consumo diario de
crack y de reunir los criterios para la dependencia de otras drogas, es mayor,
comparados con la población general (2, 6, 7). Existen antecedentes que
sugieren que el sexo transaccional entre homosexuales y bisexuales se asocia al
consumo de drogas y la conducta sexual de alto riesgo (8). De la misma manera
se han publicado estudios que han encontrado una gran incidencia entre sexo
transaccional y hombres usuarios de drogas que tienen relaciones sexuales con
otros hombres (6, 9, 10). Datos relevantes sobre el comportamiento sexual demuestran
asociaciones importantes en individuos que practican sexo transaccional con una
cantidad elevada de diferentes parejas sexuales, las cuales, por el tipo de
prácticas, son de alto riesgo para la adquisición de infecciones de trasmisión sexual (ITS), las
prácticas bisexuales y un elevado número de parejas sexuales nuevas (7, 8, 11).
El no uso del condón se
considera como práctica sexual de alto riesgo; se ha reportado que es más alta
la probabilidad de tener este tipo de prácticas con la pareja primaria (12). Sin
embargo, en individuos que practican sexo transaccional hay una probabilidad
elevada de tener sexo sin protección con diversas parejas (7). Una gran
problemática de esta práctica es que puede acarrear grandes problemas de salud,
ya sean físicos o psicológicos. Debido a la mayor exposición, por cada acto
sexual se tiene mayor probabilidad de contraer o transmitir una ITS, lo cual
puede deberse a las condiciones en las cuales se pacta dicha transacción (1). Los
usuarios de drogas son un grupo que puede clasificarse de alto riesgo, ya que
varios de ellos reportan que son usuarios de drogas intravenosas que
acostumbran compartir dicho instrumental y, por ende, facilitan la transmisión
de VIH, entre otras enfermedades (13).
Riesgos
en el sexo transaccional
Uno de los riesgos que trae el sexo transaccional,
procede de la incapacidad de negociar el uso de condón o de negarse a prácticas
de alto riesgo. Por tanto, el riesgo de contraer alguna ITS es mucho mayor (14,
15). El sexo anal sin protección presenta una probabilidad mayor de infección
de VIH u otra ITS, comparada con el sexo vaginal sin protección, especialmente para
las mujeres (16). Se encontró que el sexo anal sin protección es más común en
grupos heterosexuales de alto riesgo (17); que de 30 % a 74 % de diferentes
grupos de riesgo, como usuarios de droga sexualmente activos y trabajadoras
sexuales, habían realizado sexo anal recientemente (17); y que aunque es menos
frecuente el sexo anal que el vaginal en heterosexuales, su práctica incrementa
cuando se relaciona con otros comportamientos de riesgo, como el uso de drogas (18),
el intercambio de sexo por dinero (19) y tener múltiples parejas sexuales (20).
Tomar medidas para la prevención y el control de enfermedades debido al sexo
transaccional en un contexto de pobreza, es retador; sin embargo, tratar de
entender tanto la contribución del sexo transaccional en la incidencia del VIH
y de ITS como los factores de riesgo (por ejemplo, el uso de drogas) es de
considerable importancia con el fin de implementar estrategias efectivas para
la prevención y la disminución de la incidencia de ITS, incluso del VIH (21).
Objetivo
Relacionar el uso de drogas y
el sexo transaccional como factores de riesgo para adquirir ITS en una
población vulnerable que asiste a la clínica gratuita Fronteras de la Salud, en
Tijuana (HFiT).
Metodología
Se realizó un estudio
descriptivo de corte transversal en el periodo comprendido entre agosto y
noviembre de 2012. La población del estudio estuvo constituida por pacientes mayores
de edad, que hablaran español y solicitaran atención en la clínica estudiantil
binacional HFiT. Se excluyeron los acompañantes de los pacientes. Mediante un
muestreo a conveniencia, se reclutaron a todas las personas que cumplieran con
los criterios de inclusión para seleccionarlas, previo consentimiento firmado.
A los sujetos que resultaron
elegibles para el estudio se les invitó a participar mediante una entrevista
anónima en la que se les aplicaba un cuestionario previamente validado, que
incluía datos sociodemográficos (edad, género, raza, estado civil, educación y
vivienda), historial de migración, uso de drogas, antecedente de ITS y conducta
sexual. Se analizó la asociación entre uso de drogas y sexo transaccional por prueba
de chi cuadrado y se valoró el riesgo
a alguna ITS por parte de pacientes que reportaron sexo transaccional por medio
de razón de momios. La información se analizó con el software Statistical
Package for the Social Sciencies (SPSS v21).
Resultados
Se entrevistó a un total de
205 participantes: 51 % hombres (n=205) y 49 % mujeres (n=205) en un rango de
edad de 18 a 88 años. Se encontraron 119 usuarios de drogas, lo que representa
58 % de la muestra total: 60 % hombres (n=119) y 40 % mujeres (n=119), con una
edad promedio de 39 años; solteros: 42 % (n=119) (ver tabla 1); con escolaridad
menor a la secundaria: 90 % (n=119) (ver tabla 2); solo 15 % (n=119) cuentan con
una casa propia (ver tabla 3); y 32 % (n=119) manifiestan que están desempleados.
De la muestra, 74 % (n=119) tienen un antecedente de migración a los Estados
Unidos, de los cuales 56 % (n=62) fueron deportados.
Tabla
1. Estado civil
Situación actual
|
Frecuencia
|
Porcentaje
|
Porcentaje
acumulado
|
|
Soltero
|
50
|
42.0
|
42.0
|
En relación
|
7
|
5.9
|
47.9
|
Casado/a
|
10
|
8.4
|
56.3
|
Unión libre
|
40
|
33.6
|
89.9
|
Separado
|
2
|
1.7
|
91.6
|
Divorciado
|
6
|
5.0
|
96.6
|
Viudo
|
3
|
2.5
|
99.2
|
Se niega a contestar
|
1
|
0.8
|
100.0
|
Total
|
119
|
100.0
|
|
Tabla
2. Niveles de escolaridad
Escolaridad
|
Porcentaje
|
Porcentaje
acumulado
|
|
Nunca asistí a
la escuela
|
42.0
|
42.0
|
No termino la primaria
|
5.9
|
47.9
|
Termino la primaria
|
8.4
|
56.3
|
No termino la secundaria
|
33.6
|
89.9
|
Termino la secundaria
|
1.7
|
91.6
|
No termino la preparatoria
|
5.0
|
96.6
|
Termino la preparatoria
Universidad completa
|
2.5
0.8
|
99.2
0.8
|
Total
|
100.0
|
|
Tabla 3. Condiciones de vivienda
Lugar
|
Frecuencia
|
Porcentaje
|
|
Casa de amigo
|
8
|
6.7
|
Casa de familiar
|
12
|
10.1
|
Albergue
|
5
|
4.2
|
Hotel
|
2
|
1.7
|
Cuarto rentado
|
55
|
46.2
|
Calle
|
4
|
3.4
|
Canalización
|
5
|
4.2
|
Casa propia
|
18
|
15.1
|
Centro de rehabilitación
|
10
|
8.4
|
Total
|
119
|
100.0
|
En cuanto al uso de drogas, 47
% refirieron el uso de drogas inyectables; sin embargo, la droga de mayor
frecuencia de uso fue la marihuana con 76 %, seguida por el cristal (70 %) y la heroína (50 %). El 30 % refirió la combinación
de cocaína con heroína; 25 %, cristal con heroína; y 12 %, cristal con cocaína
(n=119).
De las conductas por
transacción sexual, se encontró una media de 24 parejas sexuales para usuarios
de drogas. Un porcentaje acumulado de 36 % ejerce prácticas homoeróticas en
hombres usuarios de drogas (ver tabla 5). El 54 % de los usuarios manifiestan
que han tenido alguna relación con otro usuario de droga inyectable. Además,
por no usar condón con frecuencia se encontró que 21% de los usuarios practican
sexo transaccional (ver tabla 4).
Se reporta una asociación
entre uso de drogas y sexo transaccional
χ2 (1, N=205)= 37,03 p < 0,05, en la
que todos los participantes que manifiestan sexo transaccional son usuarios de
drogas. Se determinó que dinero, drogas u hospedaje son los productos
intercambiables más frecuentes. Se manifiestan las modalidades de sexo oral
receptivo con mayor frecuencia en hombres mientras que en las mujeres el sexo
vaginal es la modalidad más frecuente.
Tabla 4. Uso de condón en usuarios que tienen ST
Uso de condón
|
Frecuencia
|
Porcentaje
|
Porcentaje
acumulado
|
|
Nunca
|
11
|
27.5
|
27.5
|
Rara vez
|
4
|
10.0
|
37.5
|
A veces
|
6
|
15.0
|
52.5
|
Casi siempre
|
8
|
20.0
|
72.5
|
Siempre
|
11
|
27.5
|
100.0
|
Total
|
40
|
100.0
|
|
Tabla 5. Sexo de parejas sexuales
en usuarios que tienen ST
Género
|
Frecuencia
|
Porcentaje
|
Porcentaje acumulado
|
|
Todos hombres
|
14
|
19.7
|
19.7
|
Todas mujeres
|
43
|
60.6
|
80.3
|
Tanto hombres como mujeres
|
5
|
7.0
|
87.3
|
Mas hombres que mujeres
|
3
|
4.2
|
91.5
|
Mas mujeres que hombres
|
4
|
5.6
|
97.2
|
No sabe
|
1
|
1.4
|
98.6
|
No contesta
|
1
|
1.4
|
100.0
|
Total
|
71
|
100.0
|
|
En usuarios de drogas se encontró que
padecían enfermedades como sífilis, gonorrea, clamidia, VIH y hepatitis. Con
base en estos datos y por la prueba de razón de momios, se calculó el riesgo
en esta población de adquisición de las infecciones de clamidia en 3 %, que
aumenta ocho veces para sífilis, el doble para VIH, el triple para gonorrea y
siete veces más probable la transmisión de hepatitis (ver tabla 6).
Tabla 6. Estimación del riesgo
en usuarios de drogas
|
|
Infección
|
Razón de momios
N=205
|
IC=95 %
|
|
min
|
max
|
|
Sífilis
|
8.48
|
1.92
|
37.36
|
|
Clamidia
|
1.03
|
1.01
|
1.07
|
|
Gonorrea
|
3.02
|
1.17
|
7.81
|
|
Hepatitis
|
7.00
|
1.57
|
31.16
|
|
VIH
|
2.01
|
0.049
|
21.50
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
En general, se reporta un aumento del riesgo para contraer una infección de
transmisión sexual de OR=4.25 (2.05-8.80 IC=95 %) en aquellos usuarios de
drogas que tienen sexo transaccional con aquellos que no llevan a cabo esta
práctica sexual.
Discusión
En el estudio, más de la mitad
de la población refirió el uso de drogas, con prevalencia mayor en el sexo
masculino; se consideró la pertinencia a este género como un elemento de riesgo
para adquirir esta conducta relacionada con el consumo de drogas y la falta de
recursos económicos para conseguirla. Encontramos una mayor relación con el uso
de sustancias en aquellos que declararon ser solteros y en aquellos individuos
que se encontraban en unión libre, en comparación con los que manifestaron
tener relación estable o que por alguna circunstancia ya no lo estaban
(divorcio, separación, viudez). En las conductas sexuales, se observó un aumento en
el número de parejas en los usuarios de drogas, comparado con los no usuarios
de drogas, al igual que un porcentaje importante de prácticas homoeróticas; más
de la mitad de los usuarios manifestó antecedentes de prácticas sexuales con
algún usuario de droga inyectable.
Está bien documentado que el
sexo comercial, particularmente en la zona norte de Tijuana, es un factor clave de riesgo para infecciones
de transmisión sexual. Este tipo de sexo se ha convertido en un negocio bien
retribuido, que ha llevado a establecer las condiciones en las que se lleva a
cabo, como la utilización de hoteles cercanos al sitio de encuentro,
reglamentación de zonas de tolerancia por parte del municipio y el
establecimiento. Todo ha contribuido a que se desarrolle con mayor control
sanitario, a diferencia del sexo transaccional, en el que la imposibilidad de
negociar el uso de condón y/u otras medidas de prevención, junto a la falta de
ingreso económico y las circunstancias en que se practica, evitan con mucha
probabilidad que se contemple como objetivo a tratar en la prevención de
infecciones. Al ser una actividad frecuente en estas personas, merece mayor
atención como parte de las estrategias de salud pública.
Los resultados de este trabajo
brindan un panorama real del reto en salud pública que se tiene en Tijuana y que
implica brindar servicios adecuados a personas en situación de vulnerabilidad,
pues su contexto social, que incluye desempleo, uso de drogas, sexo de alto
riesgo, migración, situación de calle y estigma, crea una barrera de acceso a
los servicios de salud.
Sin dudas existen muchos
factores igual o mayormente importantes que contribuyen a la prevalencia de ciertas
conductas de alto riesgo y adquisición de enfermedades; sin embargo, todas las
personas tienen derecho a la salud. Por tanto, se considera que es recomendable
brindar mayor atención a los usuarios de drogas —quienes por ende ejercen el
sexo transaccional, que representa un factor de riesgo para la adquisición de
ITS— en la prevención y la detección
oportuna. Se espera que este trabajo brinde alguna opción para el derecho y la
atención a la salud de personas que sufren de estas condiciones y que de algún
modo quieran mejorar su estado de salud.
Conclusión
Este estudio concluye que hay
un riesgo significativo para la adquisición de ITS debido a las prácticas
sexuales que en su mayoría son sin protección; junto con los problemas de
adicción a drogas y la posición económica, se demuestra que se trata de un
grupo de personas con alta vulnerabilidad a adquirir no solo ITS, sino otras
graves condiciones que ponen en alto riesgo su salud. Por tanto, se considera que
deben existir clínicas especializadas para la atención global de personas con
problemas de adicción, con el fin de seguir mejor su condición de salud.
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Fecha de recepción de
original: 28 de mayo de
2014
Fecha de aprobación para su
publicación: 20 de octubre de 2014