Revista Sexología y Sociedad. 2014; 20(1)
ISSN 1682-0045
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COMUNICACIONES
Mesa Redonda Internacional sobre Prostitución
Arleen Rodríguez Derivet (periodista). Hola, un saludo a todos los que a esta hora están en sintonía con Telesur y en particular con su Mesa Redonda Internacional desde La Habana, Cuba, en donde durante los últimos tres días se han estado reuniendo especialistas en temas de violencia de género, prostitución, turismo sexual y trata de personas. Más o menos así es el título del primer Simposio organizado en La Habana por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), que dirige la máster en Ciencias Mariela Castro Espín que nos acompaña hoy. Bienvenida y gracias por estar aquí. Bienvenida también la experta sueca Kajsa Ekis Ekman, periodista, escritora, investigadora y autora de un interesante libro que nos ayudará a acercarnos a algunos de los análisis importantes que se realizaron esta semana en el Simposio, auspiciado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia de Cooperación para del Desarrollo (COSUDE). Violencia de género y tráfico de personas, en esos términos vamos a concentrar nuestro diálogo esta noche en una Habana muy húmeda.
A pesar de que coincide que en todos estos días en el mundo y en Cuba se ha hablado de violencia contra la mujer a causa de la gran jornada mundial, uno se pregunta: ¿qué hace Cuba organizando un evento de esta categoría acerca de violencia de género, prostitución, turismo sexual y tráfico de personas?, ¿estamos tan mal o tan bien que podemos hablar sobre estos temas?
Mariela Castro. Se trata de un problema mundial. Te entregué varias estadísticas que me gustaría que las pudieras comentar, porque es importante socializarlas, que se sepa que estos problemas existen en el mundo entero. Ningún país está exento de esta problemática, lo que se expresa de diferentes maneras: en unos lugares hay más estudios; en otros, menos. Dentro del Programa Nacional de Educación y Salud Sexual (PRONESS), que coordina el CENESEX, nos interesa conocer experiencias, investigaciones, buenas prácticas, leyes y políticas de otros países que puedan ser de utilidad para nuestras propias estrategias. Entonces pedimos los apoyos de la Agencia de Cooperación Suiza para el Desarrollo (COSUDE) y el PNUD para que nos ayudaran a financiar la invitación de expertos de otros países. Sobre todo han venido varios expertos y expertas de Estocolmo, Suecia, con experiencias tan interesantes que llaman mucho la atención en el mundo: su política de penalizar a la persona que compra el sexo —que llaman el cliente—, y los que consideran la prostitución un oficio. Al respecto podemos hablar acerca del debate que se ha suscitado en el Simposio sobre si se reconoce o no la prostitución como trabajo u oficio o si se sigue considerando una forma de explotación violenta contra las personas que son víctimas de esta forma de explotación.
Arleen Rodríguez Derivet. Una de las cifras que dabas esta mañana en el evento es que, según la Organización de Estados Americanos (OEA), más de un millón doscientos mil menores de edad —la mayoría son mujeres— resultan víctimas de determinado tipo de delito de abuso sexual. De manera indirecta afecta a otros nueve millones de personas. Se trata de una industria millonaria que mueve más de treinta mil millones de dólares a nivel mundial y unos dieciséis mil millones en América Latina solamente. Se relaciona sobre todo con los niños de la calle que caen víctimas de las redes del negocio del sexo y que los obligan a vender su cuerpo. ¡Un niño abusado sexualmente es un potencial también del ser humano que será prostituido! De eso hablaste también tú, Kajsa.
Kajsa Ekis Ekman. Hablé de la prostitución como explotación capitalista y patriarcal. Para mí la prostitución nunca va a ser un trabajo como cualquier otro, no solamente porque las cifras demuestran que dentro de la prostitución se halla también la violencia, el abuso físico. Las prostitutas tienen una tasa de mortalidad cuarenta veces más alta que las mujeres fuera de la prostitución, y estas cifras no existen para ningún trabajo, digamos, normal. La prostitución siempre está rodeada por mitos. Antes teníamos el mito de estar felices y ahora tenemos el mito del trabajo sexual, que es una forma de tratar de normalizar la prostitución como si fuera un trabajo. Considero que la prostitución siempre es sexo no deseado por una parte. Dentro de la prostitución hay dos personas, una que quiere y otra que no quiere, y entonces el que quiere paga a la persona que no quiere. Normalmente es un hombre que compra y una mujer o una niña que vende, pero también son hombres y transexuales que venden sexo. Siempre tenemos este caso de una persona que quiere y otra que no quiere, lo que para mí va en contra de la liberación sexual, de la igualdad entre personas, entre hombres y mujeres, de una sexualidad mutua.
Arleen Rodríguez Derivet. Y va a alimentar ese negocio que mueve miles de millones de dólares, y se asocia a fenómenos como puede ser el de la trata de personas, que por algo se incluyó en este tema. ¿Se habla de una epidemia? ¿Este tema se discutió en el Simposio?
Mariela Castro. Sí, las Naciones Unidas han considerado el feminicidio como una epidemia. Existen países de nuestra región y también del mundo en donde la primera causa de muerte de las mujeres es el asesinato por parte de sus parejas. Se trata de un problema tan grave que la campaña del Secretario General de las Naciones Unidas llama a luchar contra la violencia hacia las mujeres y las niñas. La campaña regional, inspirada en el asesinato de las hermanas Mirabal en época de la dictadura de Trujillo en la República Dominicana, ha servido para visibilizar la problemática tan grave que hay en torno al feminicidio, y en general a la violencia hacia las mujeres.
Arleen Rodríguez Derivet. Según entiendo por lo que decías en el Simposio, siete de cada diez mujeres a nivel internacional experimentan violencia doméstica o sexual a lo largo de su vida, y hasta una de cuatro mujeres sufre abuso durante el embarazo. Pero llamabas la atención de que no se trata solo del abuso físico, del golpe, ya que a veces la gente identifica violencia de género con el golpe, con el maltrato físico.
Mariela Castro. En los estudios que presentó Clotilde Proveyer sobre la violencia de género en Cuba —único tema sobre el que pudimos presentar cifras de Cuba a causa de una falta de profundización en estos estudios— se aclaraba cómo se percibe que hay manifestaciones de violencia de género en todas las provincias del país. Existe una hipótesis de que hay más en las provincias orientales de Cuba, lo cual se debe verificar mediante la investigación científica. En nuestro país predomina la violencia psicológica, verbal y emocional más que la violencia física; respecto a otros países no es así, pues predomina la física. Se ve que hay un impacto del trabajo y de las políticas en favor de los derechos de las mujeres, pero estas políticas todavía no han contribuido a eliminar la violencia de género. Se requieren otras acciones con una estrategia integral de atención a la problemática, porque no basta con leyes, investigaciones y algunas acciones, pues hay que hacer mucho más. Al respecto debatimos hoy en el seminario, y sobre todo apareció una contradicción muy interesante con relación al sistema patriarcal y la herencia histórica de relaciones de dominación inequitativa, en la que el hombre, desde la hegemonía del binarismo económico y el binarismo de género, sale ganando…
Arleen Rodríguez Derivet. ¿Qué es el binarismo?
Mariela Castro. Se llama binarismo económico a la división en el mundo entre ricos y pobres y la relación de poder que aparece por este hecho. Pero ese binarismo económico atraviesa otros binarismos como formas de poder, entre estos el de género: el hombre como el dominante y el poderoso respecto a la mujer, victimizada en esta situación de violencia. Como decía antes, se discutía acerca de que el hombre también está en una situación de víctima en un sistema que le enseña a ser de esa manera y lo pone en una situación de vulnerabilidad social y de salud.
Arleen Rodríguez Derivet. ¿Por eso ustedes hablan más de violencia de género que de violencia contra la mujer? No la circunscriben.
Mariela Castro. Hablamos de las dos: de violencia contra la mujer para visibilizar esta situación, pues hay que hacerlo; y también de violencia de género para que se vea que tanto la mujer como el hombre son resultado del sistema de relaciones de poder inequitativas.
Arleen Rodríguez Derivet. Dijo Mariela también que cada día ochocientas mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo y el parto, y un total de casi trescientas mil mujeres cada año; 99 % de esas muertes ocurren en los países en desarrollo. Y habla de los casos de matrimonio infantil, de niñas que se casan antes de cumplir los dieciocho años, que ya suman más de sesenta millones. ¡Cómo hay tareas para las periodistas! ¿De ahí surgió este libro?
Kajsa Ekis Ekman. Claro. Mi libro se trata de dos industrias: la de la prostitución y la de los vientres de alquiler. Es una industria bastante nueva que también explota el cuerpo de la mujer como mercancía, y ahí vemos que estas dos industrias tienen mucho en común. Son industrias, digamos, de la forma más brutal del capitalismo, pues no se vende un producto que el ser humano construye; se vende al ser humano mismo, y en los dos casos a la mujer, el cuerpo de la mujer.
Arleen Rodríguez Derivet. ¿Es la venta del vientre?
Kajsa Ekis Ekman. La venta del vientre exactamente. Es una industria que hace cuarenta años no existía y ahora crece cada año más especialmente en los Estados Unidos y la India, donde una mujer queda embarazada y después del parto entrega el niño a los padres que, digamos, han contribuido con el material genético para este embarazo, tanto la mujer como el hombre; le entregan el dinero y se van con el niño, y la mujer embarazada no lo vuelve a ver.
Arleen Rodríguez Derivet. Historia de horror. He visto también a montones de mujeres que en medio de una situación de pobreza absoluta en América Central van a las puertas de los hoteles donde se hospedan las mujeres del «primer mundo» que vienen a comprar niños. Todo eso me imagino que se estuvo hablando en este primer Simposio sobre violencia de género, prostitución, turismo sexual y tráfico de personas. Evidentemente, se trata de temas que cada día cobran más interés a nivel mundial, en los que las mujeres, los niños y las niñas son las principales víctimas. El simposio, Mariela, ha tenido mucho debate, pues no todo el mundo está de acuerdo en todo y hay diferencias. Lo que está haciendo Suecia, sancionar al cliente, es algo aplaudido a nivel internacional, algo novedoso pero que no necesariamente todo el mundo quiere.
Mariela Castro. Surgieron contradicciones. Invitamos a Suecia porque su modelo nos parece interesante y novedoso que todavía tiene que perfeccionarse, pero nos brinda enseñanzas importantes. Existen muchas críticas al modelo sueco, sobre todo por los que se enriquecen con la industria del sexo y por los compradores. Me gustaría que Kajsa hablara al respecto.
Kajsa Ekis Ekman. Lo que hace Suecia es tratar de responder de otra manera a la pregunta de quién es la prostitución. Antes siempre se ha dicho que la prostitución es la prostituta; ahora decimos que la prostitución es el cliente, el que paga: él puede decir que no va a pagar y, si él deja de comprar, la prostitución ya no existe. Entonces, lo que se hace en Suecia desde 1999 es multar al cliente. A partir de ese momento la prostitución ha disminuido: antes se contaba con uno de cada ocho hombres que compraban sexo y ahora es uno de cada tres. Así ha sucedido en Suecia, comparado con otros países de Europa donde se ha legalizado toda una industria en la que un proxeneta ahora es un hombre de negocios como cualquier otro. En Alemania y Holanda los dueños de los burdeles ahora son como cualquier otro negociante. Entonces allá se cuenta con uno de cada cuatro hombres que compran sexo, lo cual quiere la industria. Para el capitalismo es perfecto que, en vez de tener sexo gratis, vayamos a pagarnos uno al otro.
Arleen Rodríguez Derivet. Me llama mucho la atención que el libro de Kajsa se titule Prostitución versus alquiler de vientre y vida partida.
Kajsa Ekis Ekman. Bueno, sería el ser dividido, algo así sería la traducción. Proviene del testimonio de personas prostituidas que encontré, en las que había algo en común, independientemente de si eran personas que decían que lo hacían por voluntad propia o decían que no, que se trataba de una tragedia. Había algo en común: la estrategia para defenderse de la prostitución, apagarse a sí mismas, no sentir, pensar en otra cosa, adoptar otro nombre, tener partes del cuerpo que el cliente no puede tocar o algo así. Es muy complejo, porque una situación sexual normal es acercarse a otra persona, estar junto a ella, desearla. Pero para la persona en la prostitución es lo contrario: tratar de no estar ahí, de pensar en otra cosa.
Arleen Rodríguez Derivet. Lo que conduce solo a una situación de debilidad y vulnerabilidad económica.
Kajsa Ekis Ekman. Algo que se hablaba mucho hoy era los niños abusados en la infancia, que muchas veces terminan en la prostitución, porque ahí se ve también la misma autoestrategia.
Mariela Castro. Exacto, eso es muy interesante. Lo presentó el profesor Jorge Volnovich, psicoanalista argentino que demuestra incluso cómo las personas abusadoras buscan artimañas para sobrevivir en el lenguaje científico, jurídico y político, para incluso descalificar la búsqueda de ayuda por parte de las niñas y los niños abusados. Mostró las reacciones psicológicas muy destructivas para toda la vida que tienen estas personas, lo difíciles que son las terapias de recuperación y cómo incluso esta persona que ha sufrido siente muchas veces que su cuerpo nada vale, que para qué cuidarlo, pues su sexualidad no tiene sentido ya que ha sido tan usado, tan duramente y tan cruelmente usado, que muchas veces va a la prostitución como forma de ganarse la vida, porque ya no vale lo que tiene. Resulta muy complejo y muy doloroso. Habla incluso del sufrimiento que experimenta la persona que escucha esos relatos tan duros, de cómo tenemos que buscar ayuda y ser cuidadosos en la manera de comunicarnos con nosotros mismos. Con lo poco que nos contó nos sentíamos mal, y es muy duro que los terapeutas tengan que buscar ayuda para poder soportar escuchar tragedias humanas tan terribles.
Arleen Rodríguez Derivet. Se me acaba el tiempo pero sé que algunos de tus invitados a este evento son personalidades que podrían volver. ¿Este evento genera políticas o mecanismos que permita que alguien que esté detrás de la pantalla pueda encontrar ayuda?
Mariela Castro. Sí. No solo queremos aprender unos de otros; queremos establecer alianzas en esta reunión para realizar acciones concretas en nuestros países, para poder dar ayuda a nuestras poblaciones.
Arleen Rodríguez Derivet. Y tienen el sitio web www.cenesex.org, en el que pueden encontrar toda la información sobre este Simposio, y sobre lo que acontece en otras partes del mundo. Se calla tanto un dolor tan profundo y moralmente tan sancionado; es el tipo de dolor que lacera para toda la vida. Muchas gracias a Mariela y a Kajsa por lo que nos han aportado.
FECHA DE RECEPCIÓN DE ORIGINAL: 16 de abril de 2014
FECHA DE APROBACIÓN PARA SU PUBLICACIÓN: 16 de mayo de 2014
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